Los Occidentales se centran en la culpabilidad, mientras los Japoneses en la vergüenza
Los occidentales son de “cultura de la culpa”
Lo más temeroso es la voz de Dios
La antropóloga cultural estadounidense Ruth Benedict escribió en 1944 su obra “Kiku to katana (El Crisantemo y La Espada), un año antes de la derrota de Japón en la Guerra del Pacífico. En el que presentó un profundo estudio del carácter nacional del japonés, la cual fue el modelo base para el control y dominio de Japón, luego de su rendición.
Dentro del libro la escritora estipuló que la cultura europea y americana es la “cultura de la culpa”, mientras la japonesa es la “cultura de la vergüenza”. A continuación, veremos un poco sobre esta teoría.
En el occidental, en el que reina la religión cristiana, en la base de las conductas está los mandamientos religiosos, mientras se cumpla dichos mandamientos de Dios, tendría un corazón puro, libre de pecados. En cambio, si va en contra a los mandamientos, tendría gran sentimiento de culpa. En el corazón de estas personas siempre está Dios. A esto Benedict llamó “Cultura de la culpa”.
Los japoneses son de “cultura de la vergüenza”
Lo más temeroso es la opinión pública
En el politeísmo de Japón, la conciencia de Dios o Buda no es tan fuerte. Lo que más sienten es la opinión pública. En un país chico, donde deben vivir entre muchas personas, no hay de otra que estar consciente de los ojos de los demás. Lo más temeroso no es Dios ni Buda, sino lo que ve el otro y lo que dice el prójimo. No quiere que se rían de uno mismo ni ser humillado, esto es lo que define la conducta de un japonés. Es decir, no define su conducta en base a lo correcto, sino cómo piensan los demás. A esto lo llama “Cultura de la vergüenza”
Hay personas que dicen que esto se debe a que los japoneses desean una identidad. Es decir, luego de la guerra, los japoneses se esforzaron en reconstruir su país, luego la occidentalización e industrialización, pero de estar tan ensimismado en eso, por un lado se olvidaron de uno mismo y de su identidad. Por lo que todo está basado en que reflexionaron la situación y desearon volver a fijarse en uno mismo. Tal vez, esta idea tenga su verdad por un lado.
Además, en la cultura de la culpa, quienes cometieron algún pecado se desligan de la carga al confesarlo. Sin embargo, en la cultura de la vergüenza, no se desligan de la culpa con solo confesarlo, pero al contrario, mientras no sea público su mala conducta, no tendría ninguna preocupación. Aquí, existe el ritual para orar por la felicidad, pero no hay un ritual de expiación.
En la cultura de la vergüenza, de la consciencia de no querer pasar vergüenza en
público, nace lo que es el respeto al sentido del deber y cuidan el humanismo. Además, respetando el honor, a veces dando su vida por el objetivo, se vuelve una acción virtuosa siendo el tema de alabanza de la gente. Si se imaginan a la unidad especial Kamikaze en la Segunda Guerra Mundial.
Por valorar la obediencia, se perdieron muchas vidas jóvenes, pero la mayoría de ellos, en vez de lamentar la brevedad de su vida, murieron teniendo en mente que fue por sus seres amados y por Japón.
Cómo comprender la conducta de ellos depende de cada uno, pero no cabe duda que la “cultura de la vergüenza” y “opinión pública” fueran responsables por una parte.
Esto fue todo por hoy! Les presentamos la “vergüenza” y “opinión pública” que hay en el fondo del corazón de los japoneses!